La región vitivinícola de la Terra Alta acogerá la 6ª edición del concurso itinerante garnachas del mundo. La tierra alta convertirá pues la capital mundial de la garnacha durante el próximo mes de abril.
La garnacha es una uva totalmente autóctona de nuestras regiones vinícolas, pero, además, es la variedad de vino tinto más ampliamente plantada en todo el mundo.
¿Quieres saber algo más? Te damos las Claves para que no le pierdas la pista a esta variedad «clave» tanto presente en nuestro país.
1.Alta graduación … y explosión de color.
Podemos afirmar que la garnacha es una variedad bastante adecuada para lograr vinos de alta graduación, pero conviene fijarnos también en el color: la garnacha da pie a vinos con tonalidades muy intensas, que van del rojo al dorado.
2.-Aromas afrutados.
Con envejecimientos cortos los vinos suelen mantener su atractivo color y poseen aromas a fruta roja madura, a flores o fruta blanca como la manzana (en el caso de los blancos) y toques de mineralidad. Esta última particularidad la encontraríamos sobre todo en los procedentes de la DO Montsant y la DOQ Priorat.
Con las crianzas largas pueden aparecer delicados aromas a higos y alquitrán.
En cuanto a los vinos jóvenes mantienen atractivos aromas a fruta de bosque como son las frambuesas o las moras … o fruta negra muy madura como la ciruela seca.
3.- Una variedad con familia.
La garnacha tinta cuenta con muchos parientes que también cuentan con una amplia difusión. Cabe destacar la garnacha blanca, la garnacha peluda y la garnacha tintorera. En muchas zonas del Montsant también encontramos la garnacha roja o gris.
4.-Cepas con historia y perfectamente adaptados.
Los vinos tintos son los más comunes en la DO Montsant y la DOQ Priorat, dado que más del 90% de la producción de uva corresponde a variedades tintas. La garnacha, junto con el cariñena constituyen las dos variedades «históricas» de este territorio. Son sin duda las mejor adaptadas a sus solos y su clima, y que transmiten mejor la identidad de la zona. Cerca del 40% de la uva plantada en el Priorat es garnacha tinta.
Hablar de garnacha blanca, en cambio, no es decir Terra Alta pero se le aproxima. Sin ir más lejos, cerca del 90% de las plantaciones catalanas se encuentran en esta DO.
5.- Sensible a la oxidación
¿Alguna vez habréis observado que le pasa a una fruta o una hortaliza cuando la cortamos y la dejamos expuesta a la atmósfera? El oscurecimiento del color se debe al contacto con el oxígeno. Con el vino puede pasar algo parecido. La garnacha es una variedad muy sensible a la oxidación y sus vinos envejecen muy rápidamente. Esto no está reñido con una excelente potencialidad de crianza. Aunque la garnacha envejezca rápidamente lo puede hacer de una manera muy interesante y evolucionar muy positivamente.
6.-Buena acidez que aporta frescura
Para que un vino no sea pesado debe tener frescura, y para ello nada como un buen grado de acidez. La garnacha nos aporta una acidez moderada que se traduce en vinos de gran potencial, fáciles de beber y con un perfil muy actual.
7.- Un gran aliado: la Cariñena
Podemos encontrar la garnacha por sí sola en vinos monovarietales, y también podemos encontrar coupages con otras variedades que le pueden aportar cierta complejidad.
De la alianza con la cariñena suele resultar una combinación ganadora.
De la cariñena se obtienen vinos de pigmentación acentuada, aromáticamente muy intensos, y con buena estructura. En contraposición con la garnacha los vinos de cariñena suelen presentar un grado más moderado, son ligeramente astringentes y en boca resultan de por sí muy elegantes.
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