«Os apetece un vino rosado para acompañar la cena de hoy?» La pregunta la hace uno de los comensales sentados en la terraza de un restaurante cerca de la muralla de Tarragona.
Es un viernes y la temperatura ciertamente es ideal. La propuesta, sin embargo, genera un cierto debate entre el grupito de amigos: «Un vino rosado? ¿Estás seguro de que tendrán alguno aquí? «, Comenta una chica. «A mí dame blanco o negro … no me van demasiado las mezclas», dice otro.
Finalmente, el primero de todos termina aclarando entre risas que «no se trata de ninguna mezcla» de vinos, «sino de un proceso específico de elaboración para los rosados».
La escena resume en buena manera la percepción que aún tenemos en casa de los vinos rosados son fruto de mezclas algo extrañas …. y nada más lejos de la realidad.
¿Pero … cómo se elaboran?
Hay que decir en primer lugar que los vinos rosados no son una mezcla de vino blanco y vino tinto.
El vino rosado se elabora a partir de uvas tintas. Esta uva se despalilla (se separan las partes leñosas como las raspas de la uva) y se rompe un poquito el grano.
Una vez hemos obtenido esta pasta de vendimia no se prensa enseguida, sino que se deja macerar durante unas cuantas horas para que la piel de la uva, que es donde se encuentran los pigmentos naturales, le dé un poco de color.
En el caso de los vinos con color rosado pálido esta exposición en la piel de la uva es más corta. El color será más intenso si el contacto se prolonga más tiempo.
De hecho, un vino rosado puede macerar con las pieles entre 3 y 6 horas, dependiendo de la variedad de uva y la temperatura a que se haga el proceso. En cambio, un vino tinto suele macerar al menos entre 6 y 10 días.
Los Rosados son tendencia
El vino rosado es ideal para tomar fresquito, casi como un blanco, y con frecuencia se puede maridar con arroces, mariscos, ensaladas y pasta. Además, como que tiene más estructura que el blanco, también combina muy bien con otros platos más elaborados.
Garnacha, Merlot, Tempranillo … los rosados se pueden elaborar casi a partir de todas las variedades de uva. Actualmente se han convertido en tendencia en el mundo de la gastronomía.
Los vinos rosados no sólo triunfan en nuestro país. También lo hacen en otros países donde no existe una larga tradición de vino. A menudo en estos países el sabor del negro les parece demasiado fuerte y encuentran en el rosado aquel puntito suave y fresco que prefieren.
La irrupción de un nuevo público joven que no tiene miedo de probar vinos diferentes, y sobre todo el incremento del consumo de vino entre el público femenino son dos de los factores que han hecho que aumente el consumo de manera considerable.
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