Las situaciones que hemos vivido estos últimos meses han puesto a prueba nuestro ingenio a la hora de pasar el tiempo. El confinamiento ha requerido de imaginación, entretenimiento y, sobre todo, de aprendizaje, para tener la mente entretenida. Por eso, y porque la filosofía del “Do it youself” (Hazlo tú mismo) está muy de moda, hoy te proponemos los pasos esenciales que se deben seguir para probar un vino en casa. ¿Te apuntas?
Pasos de la cata
Existen cinco fases para probar un vino, cuatro de las cuales se pueden relacionar con uno de los cinco sentidos. Los pasos a seguir cuando ya tenemos el vino en la copa son los siguientes (¡Recuerda que se recomienda llenar menos de un tercio de la copa!).
fase visual
La vista es el primero de los sentidos que se debe utilizar para analizar el vino. Debemos fijarnos con el brillo, la capa y la lágrima.
- Brillo. ¿La luz atraviesa el vino y la refleja? Entonces, podemos decir que es brillante. Probablemente corresponde a un vino joven y / o con una buena acidez.
- Capa. Se refiere a la cantidad o intensidad del color del vino. Si el color del vino es casi opaco, diremos que es de capa alta, mientras que si podemos ver a través de él se trata de un vino de capa baja.
- Lágrima. Si hacemos girar el vino en la copa aparecerán lo que se denominan lágrimas, que aportan información sobre la fluidez del vino. Cuantas más haya y sean más largas y persistentes, más cuerpo, volumen y fortaleza tiene el vino. Si aparecen muy separadas es indicativo de un vino joven, mientras que si están juntas corresponden a un vino maduro o evolucionado.
fase olfativa
Esta fase es la más difícil porque el olfato es el sentido que el ser humano tiene menos desarrollado. El objetivo de esta fase es descubrir los aromas. Según su naturaleza, se pueden distinguir los aromas que provienen del fruto, los que ha adquirido el vino durante la fermentación y los que vienen de su envejecimiento en madera o botella.
Los aromas afrutados, florales y vegetales normalmente corresponden a vinos jóvenes, mientras que los atributos de madera y especies aparecen en los vinos con edad.
Fase táctil y gustativa
Hay dos fases que van de la mano, estas son la táctil y la gustativa, para que tanto el tacto como el sabor del vino se experimentan y se analizan en la boca.
En cuanto a la sensación táctil, se determinarán las impresiones de sequedad y rugosidad y la aspereza. Estas propiedades se deben a los taninos, que es la sustancia astringente.
En esta fase también es importante analizar la densidad. Hay que observar cómo sentimos el vino encima de la lengua, puede ser robusto o ligero. La dirección es el atributo más difícil de definir, ya que hay vinos que pasan directamente al paladar y otros que tienen un paso más prolongado donde se muestran los diferentes atributos.
El último aspecto a tener en cuenta del análisis táctil es la burbuja, es decir, si se vino es espumoso o no.
En cuanto al sabor, la atención debe centrarse en la dulzura y la acidez, los dos sabores que caracterizan un vino equilibrado.
sensación global
La sensación global es la integración de todas las sensaciones percibidas, teniendo en cuenta la evolución, la persistencia, la complejidad, el equilibrio y la singularidad.
El momento de consumo en el que se encuentra el vino nos habla de la evolución, la complejidad se define por las sensaciones y los aromas que nos ha transmitido, mientras que la persistencia hace referencia al tiempo que dura el tacto, el perfume y la dulzura del vino en la boca.
Seguramente los pasos descritos son muy sencillos para los expertos, pero también es verdad que pueden ser un punto de partida para los que quieran descubrir este mundo. ¿Te animas a abrir una botella de vino para probarlo?
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