Seguro que alguna vez te has quedado encallado eligiendo vinos para una ocasión de esas tan importantes.
Si. Definitivamente es bastante normal perderte un poco por los pasillos de la sección de vinos. Seguro que no eres el único que lo hace… es bastante frecuente encontrar a tu lado otra persona exactamente en la misma situación.
Si eres de los que quieren ir al grano y no perder demasiado tiempo no hay nada como ir a la tienda bien informado.
Pero hoy nos pondremos informales y os hablaremos de otra clase de vinos. No los de las «grandes ocasiones de tu vida» sino aquellos que te pueden resultar de gran utilidad en cualquier momento o situación.
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El vino de «hoy vienen mis padres».
Estás bien, ya no eres dependiente y lo más importante: quieres demostrarles que en tu nevera puede haber algo más aparte de cerveza y los refrescos. Los vinos blancos pueden ser muy buenos para estos casos.
En estos momentos la garnacha blanca goza de un renacimiento absoluto. Ya no es la variedad que antes era mezclada con otros o que se utilizaba para elaborar vinos de postre. Por un precio muy razonable puedes disfrutar de aromas a fruta blanca madura y notas de mineralidad. Intenta tener siempre en la nevera una botella bien fresquita de Clos del Pinell Blanco y seguro que sorprenderás a las visitas.
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El sábado por la noche
Un clásico del Montsant de estilo moderno como Perlat hace que, incluso, la comida más sencilla se convierta en una fiesta. Su intensidad aromática combina excelente con todo tipo de quesos azules o curados. Prepara una pequeña tabla de quesos … y disponte a relajarte disfrutando de verdad.
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El vino de «he tenido un mal día».
Un nuevo roce con el vecino, una reunión difícil, deberás llevar el coche al taller… y por si fuera poco se te estropearon todos los planes que tenías para el fin de semana.
Para aquellos días en los que no terminas de verlo claro, una copa de merlot rosado de la DO Tarragona como Roureda Rosat es como una inyección de alegría. Relájate y tranquilízate … mañana será otro día.
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El vino del «hoy me lo merezco».
Destapa una botella de cava bien fresquito como Castell de Calders siempre que quieras. No hace falta que esperes a ninguna ocasión especial. El cava va realmente bien con todo y se adecúa a toda clase de comidas. Carpacho, sushi… incluso algo tan informal como una noche de pizza puede convertirse en una velada inusual si tú lo decides.
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El jueves, vinos a pares.
¿Quién dice que el jueves no es importante? El fin de semana está muy cerca, y qué mejor forma de celebrarlo que brindar por su (casi) llegada.
Te proponemos que no te quedes a medias. Hazlo como es debido, con una copa de buen vino de la DO Montsant carnoso, goloso y potente en boca como Dairo. ¿Sabías que está elaborado con garnacha, mazuelo y syrah, las tres variedades de negro autóctonas de esta importante región vitivinícola?
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Un buen compañero del asado de los domingos
Puedes añadir valor a las comidas del domingo con una asociación perfecta. Un jugoso asado de carne, o un suculento codillo de cordero bien merece que descorches una botella de Llicorella Clàssic elaborado bajo la DOQ Priorat. Estamos hablando de un vino absolutamente gourmet y estamos seguros de que sus aromas de fruta negra, vainilla y notas tostadas harán que toques un poquito el cielo.
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